La comunicación no verbal en una entrevista de trabajo

noviembre 30th, 2021

comunicación no verbal en entrevista de trabajo

Todos hemos pasado por una entrevista de trabajo, ya fuera como candidato o como entrevistador. Es un momento importante, en el que queremos dar lo mejor de nosotros. Al mismo tiempo, nos exigimos más y los nervios pueden traicionarnos. Sin embargo, podemos utilizar la comunicación no verbal en una entrevista de trabajo a nuestro favor.

La comunicación no verbal no se limita a los gestos que hacemos y las posturas que adoptamos. Es mucho más. Engloba la voz y todos sus matices, los microgestos y cualquier otro cambio en nuestro cuerpo que es percibido por nuestro interlocutor como puede ser el sonroje de la piel. Todos estos puntos nos dan información constantemente, ya seamos la parte que está hablando o seamos la parte oyente.

La comunicación no verbal tiene un gran porcentaje de movimiento o reacción inconsciente, pero podemos aprender a manejarla y proyectar la información según queramos. Éste es el primer punto de cualquier estrategia, ¿qué es lo que queremos transmitir?

Si nos encontramos en el caso de ser candidato a un puesto, podríamos decir que queremos transmitir profesionalidad, compromiso o iniciativa. Todos estos puntos deberán entonces encontrarse en nuestro discurso y, al mismo tiempo, en nuestra comunicación no verbal. Aunque no sepamos mucho sobre este tipo de comunicación, somos conscientes de cuando el mensaje que nos transmiten no está en concordancia con la parte no verbal. Y es que es la incoherencia o la coherencia entre ambos componentes lo que debilitará o potenciará nuestro discurso.

Empezaremos por encontrar esa coherencia en tres puntos principalmente:

  • En la postura. Si queremos proyectar nuestra faceta más profesional y comprometida, nuestra postura será de seguridad. La espalda erguida, mirada a los ojos y las manos siempre visibles son señal de estas características. La espalda encorvada, con los hombros hacia abajo nos da la información de estar cansados o deprimidos. Mantener las piernas separadas y en línea con los hombros nos ayudará con la postura de seguridad. Desviar la mirada constantemente tampoco es síntoma de autoridad o autoconfianza, pero al menos intenta conectar con la mirada mientras la otra persona está hablando. Esto transmitirá respeto y le otorgará importancia a lo que esté diciendo. Las manos suelen completar la información que comunicamos al hablar. Si las escondemos o mantenemos bajo la mesa, nuestro interlocutor estará perdiendo información o podría malinterpretarla. Tener a la vista las manos nos transmite en un primer momento claridad, sinceridad, independientemente de los gestos que hagamos con ellas. Si nos encontramos nerviosos, como suele suceder, podemos entrelazar los dedos o juntar ambas manos. Así evitaremos moverlas más de lo necesario y nos ayudará a calmarnos.
  • En la voz. Las voces más graves son las que nos transmiten más autoridad y seguridad. Por otro lado, las voces agudas, nos transmiten más ternura o cercanía. No hace falta que forcemos nuestra voz pero sí podemos entrenar para agravarla, por ejemplo, si lo que queremos proyectar es seriedad. En estas situaciones, solemos acelerarnos en nuestro discurso por la agitación del momento. Una forma de calmarnos y además reforzar la imagen de profesionalidad es utilizar los silencios entre nuestras frases. Genera una sensación de autoridad y nos ayuda a comunicar mejor nuestras ideas. Otro de los aspectos a tener en cuenta en la entrevista es el volumen de nuestra voz. Cuando estamos más nerviosos solemos elevarlo. Pero en este caso, el volumen adecuado nos lo indicará nuestro entrevistador, ya que nos hablará con el volumen con el que se sienta más cómodo.
  • En los gestos. Como hemos comentado, las manos comunican mucha información a medida que hablamos. Si queremos potenciar nuestras respuestas, las manos serán una herramienta perfecta. Así, buscaremos gestos que acompañen y ayuden a entender lo que decimos. Es decir, nuestros gestos tienen que ser coherente una vez más con el mensaje. Por ejemplo, si hablamos de ideas generales o grandes nuestros gestos con las manos serán abiertos y gesticulando con amplitud. Tienen que tener un sentido dentro de nuestra comunicación.

Intenta atender a estos puntos el mayor tiempo posible. Te ayudarán a transmitir la imagen que quieres y, al mismo tiempo, te harán sentir realmente como quieres.

La comunicación no verbal actúa en ambos sentidos: si nos encontramos en un estado de ánimo de cansancio, nuestra postura y nuestros gestos serán pesados y lentos, con la espalda encorvada; pero si nosotros mismo adoptamos de forma consciente esta postura, empezaremos a sentirnos en sintonía con la misma, esto es, cansados y pesados. Si cambiamos nuestra comunicación no verbal también cambiamos nuestro estado.

Atiende a tu comunicación no verbal y su coherencia con tu mensaje para tener éxito en tu siguiente entrevista.

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