Los 3 cerebros y la comunicación no verbal

diciembre 14th, 2021

los 3 cerebros

Todos hemos oído hablar de los tres cerebros; el reptiliano, el límbico y el neocortex. En ocasiones se habla incluso de un cuarto cerebro. Y, como hemos tratado en artículos anteriores, existe una conexión entre lo que pensamos y nuestro cuerpo. Por eso hoy tratamos la relación entre los 3 cerebros y la comunicación no verbal.

Para empezar, ¿es verdad que tenemos tres cerebros perfectamente diferenciados? En realidad esto no es exactamente así. Esta división se hizo muy popular gracias a científicos como el neurocientífico Paul MacLean que distinguió entre cerebros como si fuesen partes independientes del mismo órgano. En realidad, el cerebro, al mismo tiempo que crecía a lo largo de la evolución, se reorganizaba, continuando como un único elemento y no en varias capas superpuestas.

A lo largo de la evolución, el cerebro es cierto que se ha desarrollado desde un órgano muy primitivo hasta un cerebro capaz de discernir, criticar y mucho más. Pasamos de preocuparnos únicamente por la supervivencia a ser seres sociales, a relacionarnos y a desarrollar ideas, crear y alimentar nuestro conocimiento.

Sin embargo, esta distinción tiene sentido y a la vez supone una clasificación muy práctica cuando hablamos de comunicación no verbal:

  • Cerebro reptiliano. Es nuestro cerebro más primitivo, unido a nuestra capacidad de sobrevivir y a los instintos más primarios. Es por eso que es responsable de la huida o acción en momentos de peligro o miedo. Relacionamos este cerebro con las posturas de defensa o ataque. Los gestos al hablar se moverán en el área inferior del tronco. Se caracteriza por su practicidad.
  • Cerebro límbico. Cuando hablamos de relacionarnos, hablamos de este segundo cerebro. Es la parte encargada de las emociones y las habilidades sociales. Los gestos se realizan en la zona del tronco. Tanto las posturas como los gestos nos expresarán emociones. Los movimientos de los brazos tienden a acompañar la conversación y son más complementarios.
  • Neocortex. En este punto nos centramos en el pensamiento, por lo que los gestos se centrarán en el área de la cabeza. Estos nos aclaran las ideas que queremos transmitir, suelen ser gestos que nos ayuden a entender o expresar nuestros pensamientos.

Siguiendo estas pequeñas normas podremos identificar, mediante su comunicación no verbal, qué cerebro trabaja más cada persona. Las posturas, los movimientos que realizamos al hablar, incluso las distancias que mantenemos entre personas son una gran fuente de información. Si utilizamos esta pequeña clasificación como herramienta, nos será mucho más sencillo destacar las habilidades de cada persona.

Así, las personas más reptilianas, por ejemplo, tendrán más cualidades para tareas más relacionadas con la seguridad y la protección. Las personas más límbicas tienen más habilidades para tratar con otras personas, siendo una buena opción en puestos de venta o de cuidado a otras personas. Y las personas que utilizan más la parte de su neocortex suelen tener más potencial en tareas como el desarrollo de proyectos, ideas o resolución de problemas.

Como ya hemos aclarado, todos poseemos estas características al ser un único órgano, sin embargo, podemos desarrollar más unas habilidades que otras, lo que se demuestra en nuestra comunicación no verbal.

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