La comunicación medico-paciente gracias al coaching
septiembre 28th, 2021

El coaching es un proceso de autoconocimiento y toma de decisiones encaminado a conseguir unos objetivos. Esta disciplina centrada en la relación médico-paciente supone una adaptación a las circunstancias actuales y el reconocimiento de autoridad de los pacientes sobre su padecimiento.
Mediante el empoderamiento del paciente conseguimos cambiar su rol de víctima o mero espectador de lo que le sucede para convertirse en un protagonista con poder de decisión y el objetivo de mejorar.
Un artículo publicado por la revista Comunicación y Salud revela el cambio que se presenta necesario para que crezca la comunicación con el paciente y el aumento de responsabilidad frente a la situación que posee, en especial en enfermedades graves, crónicas o psicológicas.
Podemos establecer distintos tipos de comunicación según el profesional de la salud lo considere, teniendo en cuenta la enfermedad, el tratamiento y el paciente afectado. Tipos de comunicación con el paciente:
- Modelo directivo: El médico establece claramente las indicaciones y el tratamiento a seguir, estableciendo los pasos que debe tomar el paciente. Y sea porque el primero determine que es la mejor forma de seguir el tratamiento o porque el paciente prefiere seguir unas instrucciones claras, no hay duda sobre el proceso que se debe seguir.
- Modelo paternalista: Aunque es un modelo también directivo, tiene una visión más empática. El profesional determina las obligaciones que debe asumir el paciente pero desde una comunicación enfocada a la protección o, incluso, la tutela. Como el propio nombre indica, es una relación cuasi paternal pensando en lo mejor para el paciente.
- Modelo negociador: Tanto el médico como el paciente tienen la misma autoridad para establecer el mejor tratamiento. Ambos exponen sus argumentos con la finalidad de llegar a un acuerdo entre las necesidades y deseos del paciente y las indicaciones del profesional que vela por su salud.
- Modelo de apoyo o interpretativo: La relación médico-paciente se basa más en un acompañamiento y apoyo para la toma de decisiones, dejando la última palabra al paciente o su tutor. Es frecuente este enfoque cuando se ven involucradas decisiones de índole moral o donde es necesario un enfoque de ayuda, interpretación o consejo sobre las opciones existentes.
- Modelo deliberativo: En este caso el paciente toma sus propias decisiones en cuanto a su salud ajustándose a sus valores y necesidades. Asumen mucha responsabilidad en la recuperación y el tratamiento, relegando al profesional a una posición más parecida al de un amigo o consejero.
Actualmente el paciente tiende a buscar en el médico un asesoramiento sobre el mejor procedimiento así como respuestas a sus preguntas de una forma cercana. La comunicación entre ambos se ha ido relegando desde un punto más directivo hacia la visión más deliberativa. Sin embargo, es necesario adaptarse a cada situación. El coaching profesional en el campo sanitario puede ser la mejor herramienta para adaptarse y conseguir el empoderamiento de los pacientes.
El coaching nos proporciona esa información necesaria para poder adaptar la comunicación según el paciente. En el estudio anteriormente mencionado, se resalta la importancia de la escucha activa, las preguntas abiertas y la empatía para conectar de forma efectiva. El objetivo es empoderar al paciente cambiando la visión de la enfermedad y su postura frente a la misma. El profesional sanitario tiene la oportunidad, gracias al coaching, de acompañar y empoderar a los pacientes:
- Fomenta la participación del paciente. Aumenta la implicación de la persona al hacerse consciente de su potencial, de sus valores, de sus debilidades y fortalezas.
- Asunción de responsabilidades. Los pacientes asumen más responsabilidades cuando tiene la opción de elegir, cuando se les ayuda a mejorar sus habilidades.
- Autonomía. A medida que aumentan las responsabilidades que va asumiendo el paciente, aumenta su autonomía. Se libera de la posible dependencia con el médico y toma sus propias decisiones siempre poniendo el foco en su objetivo final.
- Resolución de problemas. Desarrollan una mejora en las capacidades para resolver problemas que se pudiesen plantear durante el proceso.
- Capacidad para gestionar sus emociones. El coaching también es una herramienta de ayuda en las fluctuaciones de estado asociadas con la enfermedad. El paciente experimenta una mejora en sus habilidades para la gestión emocional.
A través del coaching, el paciente conseguirá sentirse protagonista de su situación con poder de decisión para elegir cómo quiere vivir ese momento. El empoderamiento del paciente tiene un efecto directo sobre la actitud en general y, por consiguiente, en la mejoría del mismo.
Poco a poco el enfoque médico-coach será cada vez más habitual gracias a los buenos resultados que presenta. La relación médico-paciente se transforma cada día más en una relación reflexiva y de crecimiento y menos directiva y dadora de soluciones.